Sesión del día Martes 2 de abril.
Antes de comenzar esta clase, la verdad es que no tenía
ganas de estar en ninguna sala, encerrado, ya que había tenido un día bastante
agitado como para bajar la energía de manera tan abrupta.
Al comenzar la sesión tuve un cúmulo de sensaciones, en
primera instancia, no me llegó de la mejor forma la noticia de tener que crear
un blog y plasmar ahí de manera pública todo lo que siento en cada clase porque
a veces me cuesta un poco expresar las cosas que siento y exponerlas en un
medio tan público, creo que es un cambio muy radical… Al menos para mí y mi
expresión de sentimientos.
Por otro lado sentí que no había mucho por hacer, si bien la
idea de crear un blog no me agradó en principio (y no sé realmente si ya me
hice la idea…) es parte de lo que debemos hacer y luchar contra ello solo
podría resultar en un mal desempeño y no realizar de manera satisfactoria esta
parte del trabajo en la asignatura, que al final lleva a una meta más grande
que supongo que compartimos quienes somos parte de este curso y de nuestra
escuela.
Cuando comenzamos con las actividades propias de la sesión,
si bien entré en conflicto una vez más por el tema de exponerme tanto en una
situación como lo era compartir las cosas que estaban escritas en mi triángulo,
con alguien a quien conocía poco, y expresar por qué esas palabras estaban ahí.
Pero luego me di cuenta otra vez, que era parte de lo que hay que hacer y si la
persona con la que debía compartir, hubiese sido alguien con quien compartiera
mas, quizá sabría por qué eran esas las tres palabras, lo que haría que el
objetivo de la actividad no se cumpliera. En el resto de la sesión la actividad fue
tomando más dinamismo, por lo que ya había quedado atrás la parte más reflexiva
y solo estábamos compartiendo en grupo de manera más distendida y relajada,
hasta formar el grupo más grande, donde solo importaba darle sentido a la unión
azarosa de los integrantes del grupo y fue ésta, la parte que más me gustó de
la clase ya que solo lo pasamos bien en el grupo y las sensaciones que me
habían inundado al iniciar la sesión ya estaban yendo y volvía a tener harta
energía como era la tónica de ese día.
En el momento del cierre de la actividad, compartimos los
resultados de todos los grupos que se formaron, y en la interacción de los
diferentes grupos, nos dimos cuenta (los integrantes de mi grupo) que al
parecer todos habíamos entendido, en alguna medida, de manera diferente las
instrucciones de la última parte de la actividad en grupo. Esto me hizo
reflexionar acerca de cómo, una misma instrucción, entregada de la misma forma
a todo un gran grupo, puede tener tantas interpretaciones distintas, como el
número de personas que conforman ese grupo, pero al trabajar en equipo, se puede
llegar a un consenso y llevar a cabo la instrucción de la mejor manera posible……..
Víctor Carvajal 15 de abril de 2013